Obama ¿Será esperanza real para México?
Por el Grillo
Para dar inicio con este análisis, tomo como referencia el hecho de que Barack Obama, ya es el presidente electo de los Estados Unidos. ¿Qué interés pudiésemos tener como mexicanos en este suceso por demás histórico para el vecino del norte? Creo que la mayoría lo asocia con el entendido, que por ser de raza negra, pondrá especial atención en la problemática de migración, comercio, en pocas palabras, la relación con México.
Rescato el aprendizaje que deja, principalmente a los políticos mexicanos, por que allá si se vivió una propaganda dura, campañas negativas, ataques que en México serían impensables. Que ellos si utilizaron las críticas para fortalecerse con entereza y carácter. Que tuvieron un candidato que en ningún momento, ni contra Hillary por la candidatura, ni contra el republicano, se mostró como victima diciendo que lo atacaban; como ocurrió con el adolorido complejo de presidente región 4 de Andrés Manuel en México.
Encausando mi percepción a la pregunta inicial de esta columna, diría que no debemos caer en la, por demás evidente carencia de memoria histórica de que es presa la mayoría en nuestra sociedad. Obama apoyó el muro desde el senado norteamericano y eso de que por ser negro quiere a los que somos morenos, es relativo. Además de que él ha sido un crítico del Tratado de Libre Comercio (TLC), los que estuvieron apoyándolo quieren los empleos que compañías estadounidenses están creando en México, poderosos sindicatos, etc.
La labor ardua le corresponde al mandatario mexicano, que debe ser de imaginación, no pensar sólo en sentarse a platicar de migración, narcotráfico, simplemente mandarnos empresas, duraría muy poco la platica. A Obama le interesa la energía, comercio, salud. Si somos realistas México no esta en la lista de prioridades para él; el presidente mexicano deberá, desde mi punto de vista, trabajar la relación más estrecha ahora con el presidente electo de Estados Unidos, en esta transición, pero no encasillarse a él únicamente, sino pensar en un congreso, los intelectuales y por supuesto las universidades.
Obama será simplemente el presidente de Estados Unidos, después del júbilo temporal que causa su triunfo. La relación con nuestro país será, creo, igual que como ha sido con todos los mandatarios estadounidenses, pragmático, tomando decisiones, obviamente en función de sus intereses como nación. Salvo la situación económica que atraviesa su país y sobre todo, donde debe ser muy hábil el presidente Calderón, la fuerza que represente Obama en el congreso norteamericano, sus iniciativas tendrán mucho más peso por tener mayoría demócrata.
Por último, no tengo la menor duda de que la atención del nuevo presidente de Estados Unidos, se enfocará en cómo solucionar el problema del Vietnam de arena que tienen en Irak, parchar relaciones y la economía norteamericana; esta última, para México sería una noticia que terminaría con el catarro financiero que se convirtió en síntomas de neumonía para nuestro país.
Rescato el aprendizaje que deja, principalmente a los políticos mexicanos, por que allá si se vivió una propaganda dura, campañas negativas, ataques que en México serían impensables. Que ellos si utilizaron las críticas para fortalecerse con entereza y carácter. Que tuvieron un candidato que en ningún momento, ni contra Hillary por la candidatura, ni contra el republicano, se mostró como victima diciendo que lo atacaban; como ocurrió con el adolorido complejo de presidente región 4 de Andrés Manuel en México.
Encausando mi percepción a la pregunta inicial de esta columna, diría que no debemos caer en la, por demás evidente carencia de memoria histórica de que es presa la mayoría en nuestra sociedad. Obama apoyó el muro desde el senado norteamericano y eso de que por ser negro quiere a los que somos morenos, es relativo. Además de que él ha sido un crítico del Tratado de Libre Comercio (TLC), los que estuvieron apoyándolo quieren los empleos que compañías estadounidenses están creando en México, poderosos sindicatos, etc.
La labor ardua le corresponde al mandatario mexicano, que debe ser de imaginación, no pensar sólo en sentarse a platicar de migración, narcotráfico, simplemente mandarnos empresas, duraría muy poco la platica. A Obama le interesa la energía, comercio, salud. Si somos realistas México no esta en la lista de prioridades para él; el presidente mexicano deberá, desde mi punto de vista, trabajar la relación más estrecha ahora con el presidente electo de Estados Unidos, en esta transición, pero no encasillarse a él únicamente, sino pensar en un congreso, los intelectuales y por supuesto las universidades.
Obama será simplemente el presidente de Estados Unidos, después del júbilo temporal que causa su triunfo. La relación con nuestro país será, creo, igual que como ha sido con todos los mandatarios estadounidenses, pragmático, tomando decisiones, obviamente en función de sus intereses como nación. Salvo la situación económica que atraviesa su país y sobre todo, donde debe ser muy hábil el presidente Calderón, la fuerza que represente Obama en el congreso norteamericano, sus iniciativas tendrán mucho más peso por tener mayoría demócrata.
Por último, no tengo la menor duda de que la atención del nuevo presidente de Estados Unidos, se enfocará en cómo solucionar el problema del Vietnam de arena que tienen en Irak, parchar relaciones y la economía norteamericana; esta última, para México sería una noticia que terminaría con el catarro financiero que se convirtió en síntomas de neumonía para nuestro país.
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