Por: El Grillo
Las controvertidas campañas terminaron hace días, el 5 de julio es historia ya, ahora debe existir la cordura, el interés común. El desgaste de los pasados comicios electorales quedo en el pasado y es precisamente eso, parte de la historia; es momento de sentarse a debatir los proyectos que den el verdadero bienestar social, es momento de demostrar las buenas intenciones con hechos que sean recibidos por la comunidad en general con beneplácito, sin tintes partidistas, sin recelos ni condicionamientos. Han dejado de ser un partido con miras a obtener el honor de dirigir un municipio, se convertirán en tiempo muy próximo en servidores públicos que deben ser capaces de omitir las diferencias políticas y encontrar las similitudes, el desarrollo de nuestro municipio.
Cabe señalar que un servidor público debe cumplir con los requisitos mínimos de atención al ciudadano, con sencillez, honestidad, imparcialidad, conciencia y sensibilidad social desde el comienzo de su administración, hasta el término de la misma. Ahora es el turno de la comunidad de ver retribuido el anhelo y la esperanza de un mejor futuro después de haber proporcionado toda su confianza en un partido político. Es preciso que quien dirige y administra los próximos tres años sepa responder con eficiencia al pueblo, que corresponda a esa decisión que tomó el ciudadano en las urnas y le proporcione todo lo que este a su alcance para vivir mejor. El ciudadano ya hizo lo que le correspondía y sigue ejecutando lo que se le ha encomendado, es tiempo de que la futura administración planee de manera objetiva los procedimientos a seguir en el ejercicio del poder, que realice lo propio.
Si bien es cierto que la gente se cansa de tener la esperanza que las cosas cambien en las administraciones, también debe ser conciente de que la decisión que tomó en la jornada electoral es el rumbo que quiso darle a su bienestar y si desarrollo próximo. A la futura administración le toca conservar y aumentar la participación del pueblo, que sea el reflejo de un buen actuar. Pero les dejo estas palabras que deseo sean leídas de manera continua por nuestros futuros gobernantes, palabras que deseamos todos los que habitamos Poncitlán, que hagan eco en la conciencia de aquellos que pretenden ser nuestros representantes en el que hacer publico. Son palabras de Gandhi:
Dios. Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles. Si me das fortuna, no me quites la razón. Si me das éxito, no me quites la humildad. Si me das humildad no me quites la dignidad. Ayúdame, siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo. Enséñame a querer a la gente como a mi mismo y a no juzgarme como a los demás. No me dejes caer en el orgullo sin triunfo. Ni en la desesperación si fracaso. Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza. Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso. Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar. Señores es para que lo reflexionen y lo ejecuten… es ahora el tiempo del pueblo.
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