“¿Me da pa´ un taco...?” o “Un peso...”
Quizás en nuestro municipio expresiones de algunos menores de edad (y uno que otro adulto) como las mencionadas arriba sean algo que estamos acostumbrados a escuchar o que en ocasiones llegan a ser motivos de burlas, pero es necesario analizar el contexto en el que se dan estas “peticiones” a todo persona que se encuentra con estos menores por el centro de la cabecera municipal.
No es de sorprender que en repetidas ocasiones e insistentemente, hordas de infantes se acerquen y soliciten “un peso” pidiendo una y otra vez hasta que “él donador” les otorga la mencionada cantidad, solamente para que al minuto de realizada tal
acción, se acerque otro infante diferente a repetir el proceso de pedirle al “donador” otra “cooperación voluntaria”.
En este punto tenemos que crear una reflexión: El dinero que se le entrega a estos menores de edad... ¿En verdad les esta ayudando? ¿Qué será de estos infantes al crecer? ¿Serán personas que tengan el deseo de superarse? Es sumamente posible que no, lo más probable que pueda ocurrir es que estos menores crezcan con la idea de que si generan lastima en la gente, obtengan dinero para poder sobrevivir, lo que se traduciría solo en un futuro para estos: la mendiguez.
¿Posibles causas? La primera es responsabilidad del DIF Municipal, siendo que en la administración actual (igual que en las anteriores) no se ha creado algún organismo que localicé, detecte e investigue a estos infantes para saber si en realidad cuentan con una necesidad económica, sin embargo, hasta la actualidad este organismo no se ha creado y pareciera que durante lo que queda de esta administración municipal no se realizarán muchos avances en la materia.
Sin embargo, no todo es culpa de la falta de visión y la incapacidad del gobierno municipal, también parte de la responsabilidad recae en el sector de la población que dan el dinero a los infantes, siendo que esta reforzando en ellos la cultura de pedir dinero, pero no trabajar para conseguirlo.
No es de sorprender que en repetidas ocasiones e insistentemente, hordas de infantes se acerquen y soliciten “un peso” pidiendo una y otra vez hasta que “él donador” les otorga la mencionada cantidad, solamente para que al minuto de realizada tal
acción, se acerque otro infante diferente a repetir el proceso de pedirle al “donador” otra “cooperación voluntaria”.
En este punto tenemos que crear una reflexión: El dinero que se le entrega a estos menores de edad... ¿En verdad les esta ayudando? ¿Qué será de estos infantes al crecer? ¿Serán personas que tengan el deseo de superarse? Es sumamente posible que no, lo más probable que pueda ocurrir es que estos menores crezcan con la idea de que si generan lastima en la gente, obtengan dinero para poder sobrevivir, lo que se traduciría solo en un futuro para estos: la mendiguez.
¿Posibles causas? La primera es responsabilidad del DIF Municipal, siendo que en la administración actual (igual que en las anteriores) no se ha creado algún organismo que localicé, detecte e investigue a estos infantes para saber si en realidad cuentan con una necesidad económica, sin embargo, hasta la actualidad este organismo no se ha creado y pareciera que durante lo que queda de esta administración municipal no se realizarán muchos avances en la materia.
Sin embargo, no todo es culpa de la falta de visión y la incapacidad del gobierno municipal, también parte de la responsabilidad recae en el sector de la población que dan el dinero a los infantes, siendo que esta reforzando en ellos la cultura de pedir dinero, pero no trabajar para conseguirlo.
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